CILELIJ.- El CILELIJ reflexiona sobre ilustración, recepción de LIJ, arte y demanda
México, 15 de novimebre de 2016.- En la primera tarde del Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil, se ofrecieron cuatro coloquios en el Centro Cultural del Bosque.
Este martes 15 de noviembre, buena parte de los participantes eligió escuchar las reflexiones de seis ilustradores de primer nivel: Juan Palomino -ganador del Premio Internacional de Ilustración Feria de Bolonia-Fundación SM 2016-, Paloma Valdivia, Roger Ycaza, Gabriel Pacheco, Manuel Marsol y Vicky Ramos. El coloquio se llamó Lo testimonial, lo fantástico y lo simbólico en la ilustración de la LIJ Iberoamericana.
El moderador de la charla en el teatro Julio Castillo fue Quetzal León, director de arte de Ediciones SM, quien sugirió los rumbos que podía tomar cada ilustrador para narrar su trayectoria e intereses. El español Manuel Marsol -ganador de la quinta edición del Catálogo Iberoamericano de Ilustración SM- mostró algunos de sus dibujos de infancia contrastados con su trabajo profesional, en el que disfruta mezclar la fantasía y el testimonio.
“La ilustración resulta difícil de definir y de situar: entre el diseño y el arte, entre la plástica y la narrativa”, expresó por su parte el mexicano Juan Palomino, quien habló de la luz como elemento fundamental de la ilustración: desde el origen de la palabra. Su formación, dijo, lo ha llevado a resolver las imágenes de manera simbólica. La costarricense Vicky Ramos, en su turno, reflexionó sobre la importancia de la fantasía para la niñez.
En el teatro El Granero, mientras tanto, la especialista Evelyn Arizpe expuso sus investigaciones sobre Recepción de LIJ. La catedrática de la Universidad de Glasgow explicó diversos estudios con libro-álbums, en los que se invita a los niños a una lectura combinada de palabras e imágenes. Otra investigación que condujo en distintos países consistió en observar la recepción de un libro sobre migración a niños migrantes y no migrantes.
La investigadora Gabriela Rodella también contó su experiencia con adolescentes de Sao Paulo, a quienes se les impone un tipo de lectura en la escuela que les resulta poco atractiva. “Estos chicos quieren leer por entretenimiento y esa lectura no aparece en sus clases”, dijo Rodella. Lo que más interesa en esa edad son libros de acción y de aventuras, añadió, más cerca de los programas que ven en la televisión.
Entre el arte y la demanda fue precisamente el tema de reflexión en el foro del Teatro Orientación. El autor Toño Malpica comenzó por leer un texto al respecto, al que respondieron la librera y bibliotecóloga Silvia Castrillón y la editora Patricia Van Rhijn, fundadora del Centro de Información y Desarrollo de la Comunicación y de la Literatura Infantiles (CIDCLI)
Castrillón consideró que el mercado impone una censura indirecta al decir a los niños que leer y que no leer. En su opinión, la demanda “se configura desde la oferta: el editor publica lo que piensa que será mejor recibido por la escuela, lo que contenga los valores que enganchan al consumidor”. La obligación de un formador, añadió, es no ceder ante los intereses primarios de un niño (escatología, palabrotas, rebeliones contra la autoridad) y presentarles el mundo en su complejidad: las relaciones, los conflictos, los deseos, “esa es la materia de la literatura”.
Van Rhijn narró los inicios del CIDCLI, hace más de 35 años: “Nos decidimos por el arte porque entonces no existía ni oferta ni demanda. Había que crearla y para eso seguimos la pauta de publicar buena literatura para niños escrita originalmente en español de México y Latinoamérica. El respeto con la literatura nos ha llevado a no ser del todo consecuentes ni con el mercado ni con los gustos tradicionales infantiles”.
El cuarto y último de los coloquios se llevó a cabo en el Teatro El Galeón con el título Evaluación de libros de LIJ: ¿Por qué, quiénes, cómo, para qué? Participaron las especialista en fomento de lectura Carola Diez y Natalia Porta, y la editora María Beatriz Medina.