El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una de las metodologías activas más usadas actualmente, esto sobre todo por que su enfoque pone al estudiante al centro del aprendizaje y, además de permitirnos trabajar en entornos reales los referentes curriculares, crea un terreno propicio para desarrollar sus habilidades sociales y colaborativas,
Pero ¿Cuáles son las fases que debo seguir para realizar un proyecto en compañía de mis alumnos?, a continuación, revisamos los componentes más importantes en las cinco fases de desarrollo del ABP.
Preparación: La fase de preparación es el trabajo previo que realizamos como docentes; tiene como objetivo establecer las bases para que todo funcione de manera adecuada, recuerda, entre más preparado estés tendrás más herramientas para manejar los imprevistos que puedan presentarse. La primera parte de esta fase consiste en identificar los referentes curriculares que son más adecuados para trabajar con ABP, es muy importante localizar los aprendizajes esperados, contenidos y competencias que vas trabajar, a partir de ahí, es conveniente desarrollar cual es la pregunta guía (Driving Question) sobre la cual se desenvolverá el trabajo, la pregunta guía debe expresar de forma sencilla un dilema del mundo real, uno que realmente les importe a los alumnos y quieran resolver.
En seguida desarrolla un esbozo del proyecto, donde escribas lo que van a hacer tus estudiantes, los escenarios sobre los cuales van a intervenir y que resultados esperas; una vez hecho esto es conveniente que realices una planificación que contemple cuanto debe durar el proyecto total y cada una de sus etapas, es muy recomendable que consideres el tiempo que deben tardar los alumnos y los posibles “productos parciales” que deben entregarte (por ejemplo, borradores, planeaciones o modelos), yo te recomiendo realizar una línea de tiempo donde coloques (con fecha) los sucesos principales desde el inicio hasta el fin del proyecto. Esta etapa finaliza con el diseño de un evento de lanzamiento, que es la forma en que vamos a presentar a nuestros alumnos el proyecto para interesarlos en él.
Lanzamiento: La fase de lanzamiento inicia con un evento donde invitamos a nuestros alumnos a involucrarse y trabajar en el proyecto, este puede tener diferentes dinámicas, desde la entrega a nuestros alumnos de una carpeta con información, asistir a una visita escolar, la presentación de una película o mejor aún, la solicitud de un socio comunitario para que se involucren en un problema. De acuerdo con Magnify Learning (https://www.magnifylearningin.org/) el evento de inicio cumple seis propósitos: Enganchar a los estudiantes, dar a los estudiantes su rol (es decir, lo que van a hacer), presentar el problema o desafío que se completará o resolverá, dar pistas para hagan preguntas e investiguen sobre aquello que necesitan saber para realizar el trabajo(Need to Knows), identificar las conexiones con la comunidad (socios comunitarios) y presentar de manera clara la forma en que se les evaluará.
Investigación: En esta fase nuestros alumnos ponen manos a la obra, lo primero que hacemos es organizar los equipos de trabajo, luego de ahí, realizamos una lluvia de ideas para “clarificar los términos” e identificar las posibles soluciones que pueden aplicarse al problema, es importante que animes a tus alumnos a participar y a plantear sus ideas por más disparatadas que sean, ¡nunca sabes de donde puede surgir una idea genial!, una vez que nos pusimos de acuerdo sobre lo que vamos a hacer (para resolver el problema planteado), es necesario que nuestros alumnos realicen una lista sobre aquello que saben y, sobre todo, aquello que necesitan aprender (Need to Knows), a partir de aquí comenzaran el proceso de revisión de información, para lo cual es aconsejable que tengas identificadas algunas fuentes y referencias que podamos recomendarles para facilitar su trabajo. Al final de esta fase es necesario apoyarlos a diseñar un esquema de trabajo para poder cumplir con los objetivos en el tiempo que tienen, es decir, hacer operativas las líneas de trabajo del proyecto.
Realización: Durante la fase de realización cada uno hace la parte que le corresponde en el proyecto, aquí, es necesario establecer mecanismos de supervisión que aseguren que cada uno cumple con su parte en tiempo y forma, recuerda, no es necesario que todos participen en todo, pero es necesario que todos den lo mejor de sí para que el resultado sea exitoso; yo te recomiendo establecer la entrega de “productos mixtos” (es decir, productos parciales, como borradores, planificaciones o bocetos) que te permitan asegurar que el avance se lleva a cabo. También es necesario implementar “mecanismos de apoyo”, es decir, espacios donde se puedan platicar las posibles dificultades del proyecto; recuerda, en esta fase tu papel principal es de guía por lo que debes evitar dar indicaciones o respuestas directas, más bien, incentívalos a plantearse preguntas y a contestarse entre ellos. Por otro lado, es necesario que durante esta fase funjas como gestor para facilitar su trabajo, es decir, que los apoyes tramitando los posibles permisos o con gestión de recursos o compra de materiales para el proyecto (esto último puede variar de acuerdo con la edad de nuestros alumnos).
Difusión: Una vez que tenemos terminado nuestro producto es necesario darlo a conocer, para lo cual ¡no te limites!; recuerda que una de las características de los productos del ABP es que deben ser relevantes para la comunidad en que se desarrollan, por ello, invita a un panel de expertos a valorar el trabajo del proyecto, realiza una presentación ante toda la comunidad escolar, organiza un evento ante los padres de familia; recuerda, el objetivo central del ABP es brindar a nuestros alumnos experiencias de aprendizaje memorables, y la difusión del proyecto es la cereza del pastel.
Por último, no quiero dejar de lado hablar de la evaluación, es necesario contar con mecanismos a través de todo el trayecto que nos permitan obtener información que sirva para la retroalimentación y mejora del trabajo, es necesario determinar espacios donde nuestros alumnos puedan reflexionar sobre lo que están haciendo, cómo lo están haciendo y lo que podrían hacer para mejorarlo. Más aún, considero ineludible que el cierre de nuestros proyectos sea una reflexión colectiva acerca de cómo nos sentimos en el trabajo, las cosas que aprendimos, cómo podemos usarlas en la actualidad y cómo podríamos mejorar en el futuro cercano.
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