Educación Hoy

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una de las metodologías activas más potentes para provocar aprendizajes significativos en nuestros alumnos. Por proyecto entendemos un conjunto de actividades articuladas entre sí, con el fin de que nuestros alumnos generen algún producto, servicio o trabajo capaz de intervenir en una situación-problema real en un contexto social, personal, familiar y/o escolar, considerando un marco de tiempo y recursos asignados. 

Pero ¿Qué necesito para adoptar el ABP como método de trabajo?, a continuación, me gustaría compartirte algunas reflexiones al respecto en 6 ámbitos: Saberes pedagógicos, organización de la enseñanza, comunicación, interacción social, intervención psicopedagógica y desarrollo profesional. 

1.- Saberes pedagógicos: Lo primero que debemos tener un conocimiento profundo de nuestro plan de estudio en general y de los aprendizajes esperados de nuestras materias /grados, en particular, esto nos permitirá identificar aquellos temas/ contenidos que ofrecen más oportunidades de aprendizaje desde la perspectiva del ABP, así mismo,  nos permite pensar en los referentes en términos de cómo podemos organizarlos alrededor de un proyecto e identificar aquellos contenidos que se fortalecen además de los aprendizajes principales, lo que nos permite agrupar los aprendizajes esperados de formas distintas a una unidad típica, aun si tienes que enseñar ciertos temas o contenidos en ciertas épocas del año o en sincronía con otros maestros, recuerda: siempre puedes enseñar contenido (especialmente aprendizajes clave) varias veces y en múltiples contextos. 

2.- Organización de la enseñanza: Algo fundamental al incorporar metodologías activas en nuestra aula es realizar una buena planeación, de hecho, antes de que nuestros alumnos comiencen a trabajar es necesario que nosotros tengamos definidos los escenarios y contemplado diferentes alternativas de acción, materiales a usar y dificultades que podrían surgir. Además, al igual que en cualquier planeación curricular es importante considerar aumentar el contenido en espiral, a medida que se introduce contenido nuevo, el contenido anterior debería aparecer nuevamente y crear conexiones con el nuevo contenido. Considera tener algunos elementos temáticos amplios que surjan en cada proyecto. 

3.-Comunicación: Una gran parte del éxito que tenemos en un proyecto lo define que tanto podamos “enganchar” a nuestros estudiantes en él, es decir, en que medida podemos presentarles retos que sean atractivos, preguntas que quieran contestar, para ello necesitamos tener claridad en nuestro objetivo, pero sobre todo creatividad para comunicarlo; organizar un “evento de inicio” que les presente la información de forma novedosa, divertida o intrigante puede sentar los bases para que se comprometan con el proyecto y logren una participación sostenida en el mismo. 

4.-Interacción social: Durante nuestro trabajo por proyectos uno de los valores fundamentales es el respeto y valor a la diversidad, esto implica aceptar que no todos van a hacer lo mismo, pero todos deben contribuir con lo mejor de sí para lograr el objetivo, una de las mayores ganancias de éste estilo de trabajo es apoyar a nuestros alumnos a identificar sus  fortalezas y permitir que destaquen en aquello para lo que son mejores, sin descuidar brindar andamiaje para superar sus áreas de oportunidad. 

5.-Intervención psicopedagógica: Uno de los factores fundamentales del éxito en nuestra intervención psicopedagógica es realizar un diagnóstico de nuestro grupo, conocer las características del contexto familiar, escolar y sociocultural de cada uno de nuestros alumnos nos permitirá identificar aquellos aspectos que influyen en los aprendizajes y darles atención; un poco más allá,  es importante conocer quiénes son, sus gustos e intereses, sus necesidades afectivas e intelectuales, sus niveles actuales de competencia, las posibilidades con las que cuentan. Conocer a nuestros alumnos a fondo nos permitirá diseñar y adecuar actividades de manera contextualizada, lo que promoverá en ellos aprendizajes significativos. 

6.-Desarrollo profesional: En términos de desarrollo profesional, trabajar ABP nos enfrenta a diversos retos, de los cuales quiero destacar dos: ser flexible y tener disposición a innovar. El primero se refiere a la capacidad de poder tomar un papel distinto del que estamos acostumbrados, pasar a ser guías, acompañar el proceso de aprendizaje respetando sus ritmos, no es fácil, muchas veces estaremos tentados a dar instrucciones, respuestas tajantes sobre lo que debe o no hacerse, recuerda, en las metodologías activas el estudiante está al centro del aprendizaje y se trata de que desarrolle autonomía en el mismo. Respecto a la disposición a innovar, se trata sobre todo de no tener miedo de probar formas nuevas, recuerda, el error (el equivocarse) forma parte fundamental del aprendizaje, pues a partir de el podemos reflexionar en cómo podemos mejorar la siguiente vez, recuerda, uno no aprende lo que ya sabe y cuando se aprende algo nuevo, siempre vamos a cometer errores, lo que no es importante, lo realmente importante es aprender de ellos. 

De esta manera, la implementación del ABP como metodología de trabajo en nuestras aulas requiere que observemos algunos detalles y controlemos varias circunstancias, pero sobre todo requiere de la constancia necesaria para establecer este modo de trabajo como una de las alternativas más poderosas con las que podemos apoyar a nuestros alumnos a aprender ¡te invito a probarlo!