Beatriz Osés: “’Los escribidores de cartas’ es la posibilidad de expresar nuestras emociones y de arriesgarnos”.
Madrid, 11 de abril de 2019.- Los escribidores de cartas, de Beatriz Osés (Madrid, 1972), obtiene el Premio SM El Barco de Vapor de literatura infantil en su 41ª edición. Convocado anualmente por la Fundación SM, este galardón tienen una dotación de 35 000 euros, la mayor del mundo en su categoría.
El jurado del Premio SM El Barco de Vapor 2019 decidió otorgar el galardón a la obra de literatura infantil Los escribidores de cartas porque «con un lenguaje sencillo y accesible para los niños, reivindica la comunicación tradicional en una época en la que estamos hiperconectados; porque dibuja unos personajes que no dan las cosas por perdidas y nos enseñan que no hay que rendirse, y porque muestra que la pequeña decisión de una persona puede transformar a mejor a toda una comunidad».
EL LIBRO
Título: Los escribidores de cartas
Autora: Beatriz Osés
Ilustrador: Kike Ibáñez
Edad: Entre 8 y 11 años
Páginas: 160 / 120
Encuadernaciones: Rústica / Cartoné
ISBN: 978-84-9182-672-9 / 978-84-9182-671-2
Sinopsis: El río, o la culebra, cruza el pequeño pueblo de Noaberri. Federico, el cartero, está a punto de perder su empleo. Iria, su nieta, tiene un plan para salvarlo. Pero don Isidoro, el alcalde, odia el río y también a Federico. Mientras las cartas se están muriendo, todos ellos esconden un secreto… ¿Adivinas cuál? Una novela fresca y divertida que demuestra que una sola persona puede poner patas arriba a toda una comunidad.
Fecha comercialización: 11 de abril de 2019
ENTREVISTA A LA AUTORA
¿Cómo surgió la idea de crear Los escribidores de cartas?
Hace años esbocé una idea sobre un cartero que iba a perder su trabajo porque nadie escribía cartas en su pueblo. Ese fue el inicio de este relato que, en un principio, se iba a titular "Las últimas cartas” y que imaginaba para un público adulto.
¿De qué trata Los escribidores de cartas?
Me resulta difícil responder a esta pregunta porque aparecen muchos temas y tramas en el libro. Básicamente, surge como un plan ideado por tres niños para que el cartero del pueblo, el abuelo de la protagonista, no pierda su trabajo porque ya nadie escribe cartas. Poco a poco, la historia va creciendo y contagiando al resto de los vecinos. Incluso se expande a través de las redes sociales.
Las cartas servirán como cauce para superar viejos rencores, confesar secretos amorosos, aclarar problemas y poner en contacto a desconocidos que viven en el mismo pueblo.
¿Podrías presentarnos a los protagonistas de la obra?
Tres niños protagonizan Los escribidores de cartas. Se llaman Iria, la nieta del cartero, Aitor, su admirador secreto, y Jordi, un chico con un trastorno obsesivo compulsivo que los visita durante las vacaciones de verano. Otros personajes destacados son: Federico, el cartero, e Isidoro, el alcalde que no puede perdonarle una tragedia ocurrida veinte años atrás.
¿Cuál es tu experiencia con las cartas?
De pequeña, una de mis grandes alegrías consistía en mirar en el buzón y descubrir alguna carta para mí. Aprendí a sacarlas de allí sin necesidad de utilizar la llave de mis padres. Con bolígrafos, palitos, abrecartas o los propios dedos conseguía mi carta. A veces, sigo cogiéndolas del buzón sin la llave. Aquellas cartas de mi infancia y juventud las tengo guardadas.
¿Crees que los “escribidores de cartas” continuarán su labor? ¿Y el pueblo, seguirá escribiendo cartas?
Creo que los “escribidores de cartas” son necesarios. De alguna forma, los de mi libro han recordado a sus vecinos qué se siente al escribir una carta. En ocasiones, como para la estanquera, liberación; en otras, alivio, al pedir perdón, o valentía, cuando se trata de declaraciones de amor, como la de doña Rosita al pescadero, o de confesiones calladas durante mucho tiempo y consuelo, al recibir noticias de familiares a los que echas de menos, como les ocurre a don Pancracio y a la maestra de esgrima.
Cada vez más a la práctica de escribir cartas se le denomina “arte perdido”, ¿crees que Los escribidores de cartas ayudará a recuperar esta práctica?
Me encantaría que animase a los lectores a recuperar esta forma de comunicación. Requiere más elaboración, como un regalo, más reflexión e imaginación y un ritual que pasa por rellenar el sobre, colocar el sello y salir a la calle a buscar un buzón. Pienso que es ilusionante escribir y recibir una carta de un familiar o un amigo.
En Los escribidores de cartas aparecen muchas redes sociales, ¿ves posible un equilibro entre escribir cartas y las nuevas tecnologías?
Pienso que son compatibles. Las nuevas tecnologías traen la inmediatez pero también un tipo de mensajes, habitualmente, menos cargados de emociones y de misterio. Las cartas, por el contrario, se deberían recuperar para decir aquello que nos resulta más difícil, para hablar de sentimientos y estados de ánimo, para contar secretos. Además, enseñan a tener paciencia y a valorar más el mensaje.
¿Te parece que es un buen momento para la literatura infantil?
No lo sé. Temo que las bibliotecas personales de los niños y adultos se pierdan por culpa de las plataformas digitales. Pienso que las prioridades se han desordenado y que uno de los mejores regalos para los hijos sigue siendo un buen libro. Como las cartas, opino que deberían valorarse. El ritual de acudir a una librería se tendría que potenciar desde casa, desde las escuelas e institutos y desde los medios de comunicación. No entiendo que haya dinero para móviles, que no duran ni un asalto, y no para libros. Yo pertenezco a una época en la que lo que más escuchaba en casa era “solo hay dinero para libros y cultura”.
¿Algún proyecto literario que tengas entre manos y que puedas contarnos?
El octavo y último libro de la saga de Erik Vogler, mi friki preferido de la novela negra, que se enfrenta a los asesinos con ayuda de su peculiar abuela y Albert Zimmer, un joven con unos colmillos más largos de lo habitual.
¿Por qué presentaste la obra al Premio SM El Barco de Vapor?
La envié porque le prometí a mi mejor amiga que seguiría escribiendo y estoy segura de que le habría encantado verme recibiendo este premio.
¿Qué ha supuesto para ti ganar el premio?
Cumplir una promesa y un deseo. También me ha dado la oportunidad de realizar un pequeño homenaje a mi tío, al que no llegué a conocer porque se ahogó cuando era niño en el río Arga. Esta historia familiar siempre me impresionó y se coló en Los escribidores de cartas.
BIOGRAFÍA DE LA AUTORA
Beatriz Osés (Madrid, 1972) es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Participa como ponente en seminarios y actividades de animación a la lectura y escritura creativa. Ha sido galardonada con el Premio Lazarillo de Creación literaria 2006 por su obra Cuentos como pulgas, el Premio Internacional de Poesía Infantil Ciudad de Orihuela 2008 por El secreto del oso hormiguero y el Premio de Novela Juvenil La Brújula 2010 por El cuentanubes, obra con la que fue finalista del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2011. En 2018 ganó el Premio Edebé de Literatura Infantil con Soy una nuez.
Más inforamación sobre los Premios SM 2019
Fotos: © Sergio Cuesta