La lectura es uno de los procesos intelectuales más importantes para el ser humano, le ayuda a entender el mundo y desenvolverse en él. Pero más allá de la lectura, lo importante es que el niño realmente comprenda lo que está leyendo y aún más en la sociedad actual que está regida por la inmediatez y las grandes cantidades de información. Fortalecer en los más jóvenes esta competencia es de gran importancia, ayudará a formar personas con la capacidad de darle sentido a lo que leen, para reflexionar y crear su propia opinión y criterio ante la vida.
Reforzar el hábito lector y la comprensión lectora es un proceso que requiere de tiempo y práctica para su perfeccionamiento, por eso es recomendable manejar el tema como un juego o una actividad recreativa porque un mal acompañamiento puede ocasionar que el niño o niña no quiera acercarse más a la lectura y lo vea como un tormento.
Entonces ¿cómo motivar a los estudiantes a la lectura y mejorar su comprensión?
- Para la selección de los textos se recomienda tener en cuenta la edad de los estudiantes y escoger algún tipo de texto que no tenga una escritura muy compleja o que esté lleno de palabras que sabemos no están en su vocabulario aún. Esto podría ralentizar el proceso de lectura al tener que detenerse a explicar significados, lo que a su vez no permite que se entienda el concepto general de la lectura.
- Leer en pequeños grupos puede ayudar para la confianza del estudiante, pues algunos pueden sentirse muy presionados al tener que leer en voz alta. También es de gran ayuda hacerles preguntas antes de comenzar a leer el texto, como por ejemplo, preguntarles de qué creen que se trata la historia basándose en el título o en alguna de las ilustraciones para generar aún más interés.
- Si surgen dudas acerca de alguna palabra al comenzar la lectura es aconsejable responderlas en el momento para no pausar el ritmo. Ir haciendo preguntas sobre el contenido o la trama a lo largo de la sesión también puede ayudar a mantener la atención y asegurarse de que el texto está siendo comprendido.
- Al finalizar la lectura se pueden hacer actividades como la de inventar un final alternativo, comparar la historia con alguna experiencia personal o hacer dibujos referentes a la lectura. Pueden ser de gran ayuda para retener la información y con constancia en estos ejercicios puede lograrse que el estudiante comprenda cada vez mejor lo que lee.
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