Educación Hoy

Una de las prácticas más comunes relacionadas con el trabajo en equipo es la implementación de roles cooperativos. Estas consisten en asignar cargos diferentes a cada miembro del equipo  

A) ¿Por qué implementar roles en el aprendizaje colaborativo? 

1. Organizan el contexto de trabajo al interior de los equipos, dando estructura y equilibrio. Esto incrementa la eficacia en las dinámicas cooperativas.  

2. Dan autonomía a los estudiantes, esto considerando que ahora serán ellos los que asumen actividades que suelen ser responsabilidad del docente. Esto nos permite que podamos dirigir nuestra labor a situaciones que no pueden ser resueltas por otro estudiante, por ejemplo la atención a la diversidad.  

3. Promueven la interdependencia positiva, es decir, que al tener funciones diversas pero complementarias, todos los miembros del equipos se necesitan por igual entre sí. Lo que, a su vez, potencia la cohesión grupal. 

4. Fortalecen el desarrollo de destrezas cooperativas, esto al trasladar a los educandos la responsabilidad de asignar turnos, distribuir materiales, gestionar el tiempo, etc. 

B) ¿Cómo diseño los roles para mi institución educativa? 

Implementar roles colaborativos va más allá de poner etiquetas o cargos. Incluso, una mal diseño y gestión de los roles puede propiciar otro problema colaborativo a gestionar. Por tanto, cuidar su diseño es primordial. 

1. Diseña y selecciona roles útiles según el contexto. Sí, es tentador copiar los que proponen los libros o páginas web porque además ya incluyen plantillas con carteles o distintivos, pero no siempre son los que se necesitan en tu institución educativa. Por ejemplo, ¿sería necesario el rol que vigila el nivel de ruido si todos están trabajando en silencio o vía remota con el micrófono cerrado? O ¿Será pertinente asignar las mismas funciones en preescolar que en bachillerato? 

2. Los roles deben ser simples y claros: Evitemos nombres confusos o peor aún, largas listas de actividades para cada uno, sus áreas de trabajo deben estar claramente identificadas para esquivar confusiones, con acciones al alcance de los alumnos.  

3. Deben traducirse en conductas concretas. Implementar roles no se trata de poner nombres (portavoz, coordinador, etc.), se trata de asignar responsabilidades. Y para eso debemos tener claro qué tiene que hacer el responsable de ese rol, cómo tiene que hacerlo y cuándo tiene que hacerlo. Por ejemplo:  

• Qué: Mantener un nivel de ruido adecuado 

• Cómo: Enfatizando el trabajo por turnos para que solo hable una persona a la vez, indicando con una señal acordada (tarjeta roja o mano en puño) cuando haya que disminuir el volumen de voz o de ruido… 

• Cuándo: al momento que sea difícil escucharse entre ellos, si más de dos personas hablen simultáneamente, cuando el identificador de ruido del salón marque una señal visual, etc. 

4. Prever qué hacer si el número de integrantes de un equipo no concuerda con los roles. Generalmente se recomienda que los grupos de trabajo sean de 4 participantes, por tanto, en lo general se contemplarán 4 roles, pero ¿y si hay un equipo de 3? Alguien tiene que cubrir dos roles, ¿Y si hay un equipo de 5? Entonces dos personas cubren un rol. Anticipemos cuáles serían los roles para cada caso.  

5. Acordados y respaldados por el colectivo docente. Lo mejor es que todos los profesores compartan los mismos roles y su distribución en cada equipo. Esto dará lugar a que los estudiantes los interioricen mejor y más rápido, además de que será más fácil para los maestros incorporarlos a la dinámica de sus clases. En estos casos la figura del tutor cumple un papel fundamental. 

C) ¿Cómo enseño los roles a los estudiantes? 

Una vez diseñados, es momento de presentarlos en el aula para su implementación. El proceso de aprendizaje variará según la edad y experiencia colaborativa del grupo, así que como sugerencias generales mencionaremos: 

• Reflexionar sobre algunos hechos que hicieron necesario crear y asignar los roles 

• Comprobar que entienden en qué consiste el rol 

• Preparar situaciones para practicar el rol y revisar su aplicación 

• Secuenciar el uso de roles, si es necesario se puede incorporar un rol a la vez o una función de cada rol y una vez afianzado, incorporar el siguiente rol o función. 

• Emplear carteles, etiquetas, imágenes o colores para identificarlos. 

Algunas ideas de roles… 

Referencia: 

Zariquiey, F. (2019) Cooperar para aprender. Transformar el aula en una red de aprendizaje cooperativo.  

SM: Biblioteca de Innovación Educativa.