- Belén Gopegui, Nando López, Begoña Oro y Roberto Santiago, cuatro escritores reconocidos de literatura infantil y juvenil, han presentado esta obra colectiva sobre amistad y música hoy en Benidorm.
- «El proceso creativo ha sido casi como un juego y el resultado es una novela emocionante que habla de identidad, sueños, éxito y soledad», explica Berta Márquez, gerente editorial de Literatura Infantil y Juvenil de SM.
- Los creadores han vivido esta experiencia literaria como un «regalo», un «desafío», y con «tensión y emoción». Todos coinciden en que los ha convertido en mejores escritores y, sobre todo, en amigos.
- Ana Pellicer, primera teniente de alcalde de Benidorm: «Benidorm tiene una particularidad: en Benidorm no hay monotonía y eso desde el punto de vista vital y literario es muy atractivo».
Benidorm, 8 de febrero de 2024.- Erik, Allegra, Nil y Ras han viajado a Benidorm para vivir una experiencia única en el festival de música. No se conocen y quizá, en otras circunstancias, sus vidas nunca se hubieran cruzado. Roberto Santiago, Begoña Oro, Belén Gopegui y Nando López, cuatro autores referentes de la literatura infantil y juvenil de España, sí se conocían, pero fue en Benidorm dónde se forjaría su amistad. Y la primera novela colectiva escrita a ocho manos.
Hoy se ha presentado en rueda de prensa en Benidorm Amor y Hate, de SM, una novela juvenil romántica con tintes de thriller, ambientada en el festival de música más seguido por los eurofans españoles. La idea de reunir a estos autores fue de Berta Márquez, gerente editorial de Literatura Infantil y Juvenil de SM, para reflexionar «sobre si de una actividad tan solitaria como la escritura podría surgir de un diálogo entre cuatro escritores». Cada uno diseñó un personaje y viajaron juntos a Benidorm para conocer de cerca el escenario de esta historia.
Ana Pellicer, primera teniente de alcalde de Benidorm, ha apuntado que «Benidorm tiene una particularidad que no sólo identificamos y valoramos quienes residimos aquí, sino que lo hacen los millones de personas que cada año nos eligen: en Benidorm no hay monotonía y eso desde el punto de vista vital y literario es muy atractivo». «Es una ciudad hospitalaria; de contrastes urbanos y humanos; una ciudad que se presta a casi todo; un lugar en el que conviven personas muy dispares, donde cada cual elige cómo vivir y donde nadie se siente solo», ha agregado.
Obras escritas a cuatro manos hay muchas, la particularidad de Amor & Hate es que «queremos que se note que hay cuatro escritores detrás, y también el proceso creativo», explica Márquez. A la hora de formar el equipo, tuvo muy en cuenta que se completasen, que no se pareciesen pero que pudieran encajar.
Proceso creativo de escritura colectiva
«He aprendido mucho observando el proceso creativo desde tan cerca. Ha sido un auténtico lujo. Y también la amistad que ha surgido en este grupo. Ha sido casi como un juego y el resultado es una novela maravillosa: emocionante, interesante, que habla de identidad, de sueños, éxito, soledad, y sobrevolando todo eso de amistad y de música como lenguaje del alma», concluye la editora.
En Amor & Hate los cuatro personajes creados por cada uno de los autores se encuentran la noche antes de la final donde habrá una huida, una pistola, una explosión y un sinfín de trampas que sortear. Así ha sido escribirla: la primera novela colectiva juvenil iba circulando de uno a otro, que la iba desarrollando durante una semana y 10.000 caracteres, sin ninguna premisa previa. Ya en la fase de reescritura se fueron atando cabos para que todo encajase.
«Ha sido un auténtico desafío», cuenta Roberto Santiago, autor superventas de literatura infantil y adulta, que desvela que lo más difícil fue «aportar lo mejor de cada uno y al mismo tiempo dejarse llevar y confiar en tus compañeros de viaje, un grupo de personas muy talentosas; con el aliento, motivación y directrices de nuestra editora, ha sido una maravilla».
Lo más difícil: los plazos; lo mejor: la compañía
Para Belén Gopegui, escritora de renombre en la narrativa española, ha sido «un regalo que la ha permitido estar a solas con la historia, esa parte secreta de escribir, como, a la vez disfrutar del lujo de trabajar con este equipo, acompañarse, intercambiar ideas, corregir dudas, compartir la imaginación». Lo más difícil del proceso, para Gopegui y para el resto del equipo, han sido los plazos y lo más gratificante, la compañía. Todos coinciden en que los ha convertido en mejores escritores y, sobre todo, en grandes amigos.
«La amistad de este equipo es un tesoro que me llevo conmigo», reconoce Nando López, que escribe sobre temas como la inclusión, identidad y género. «Nuestros personajes eran aún más libres de lo que podíamos haberlos imaginado, iban adquiriendo nuevas capas a través del trabajo de los demás y eso nos obligaba a estar siempre alerta, conscientes de que nuestra novela estaba viva y era nuestra y ajena a la vez», explica López.
Por su parte, Begoña Oro, creadora de historias infantiles y juveniles, se embarcó «reticente y con miedo. Creía que ni me gustaba ni sabría escribir en equipo; pero ahora tengo el entusiasmo desaforado de la conversa. Nunca he vivido un proyecto con tanta ansia, tanta tensión y emoción como este».
Benidorm, un personaje más en la historia
«Un pequeño país, mitad de cuento, mitad casi demasiado real», así la define Belén Gopegui, que explica que ahora representa el tiempo que compartió en «el Benidorm vivido e imaginado a través de nuestros personajes». Para Roberto Santiago, es la ciudad de su adolescencia y donde pasaba, y sigue pasando, muchos veranos en familia. «Amo Benidorm, la conozco muy bien, pero la he redescubierto al escribir la novela», reconoce.
Aquí acaba de celebrarse un festival de música divertido y luminoso que «también aglutina otras realidades mucho menos amables, como ese hate que da título a nuestro libro y sobre el que me parece necesario reflexionar. La violencia que somos capaces de disparar de manera impune en unas redes que apuntan a personas reales y donde, pese a que cada vez hablemos más de salud mental, a veces la cuidamos muy poco cuando opinamos sobre el trabajo ajeno», critica Nando López, un autor comprometido con los jóvenes.
El festival es casi tan complejo como la ciudad y eso «es carne de literatura», afirma Begoña Oro, a la que le «fascina esa mezcla de elementos tan dispares: eurofans y personas disfrutando su jubilación, el frío nocturno y el sol reverberando en el mar, torres y palmeras, amor por la música y competición salvaje, el amor y el hate…»